EL RUIDO Y LA FURIA

EL ODIO MANIFIESTO DE UNA OPOSICIÓN SIN FRENO.
«¡La vida no es más que una sombra…un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y furia, que nada significa!»
William Faulkner
Las manifestaciones de intolerancia que vive la Argentina en estos últimos meses por grupos ligados a la oposición han tomado ribetes escandalosos similares al fascismo del siglo XX.
La agresión y descalificación que sufren quienes están a favor de las medidas implementadas por el gobierno son de un nivel tan ofensivo y difamatorio que invitan muchas veces a responder de la misma manera.
Este odio manifiesto hacia un gobierno nacional y popular no sólo se manifiesta a través de los medios de comunicación, las redes sociales y las protestas callejeras, sino también con el escrache violento hacia las personas.
El peligro latente que esto trae aparejado es que el odio genera también odio al que recibe los ataques como respuesta instintiva a una agresión externa.
Afortunadamente el discurso pacifista del presidente Alberto Fernández y el silencio de Cristina actúan como barrera de contención ante tanta provocación.
Pero no hay duda que si se continúa fogoneando la cacerola a presión que representa seguir bastardeando a una mayoría molesta, el caldo de contención al odio en cualquier momento puede hervir hasta hacer estallar la olla en mil pedazos.
Y del estallido, seguro que muy pocos saldrán indemnes.
Vaya aquí un soneto de Enrique Banchs para ilustrar esta breve reflexión:
Tornasolando el flanco a su sinuoso
paso va el tigre suave como un verso
y la ferocidad pule cual terso
topacio el ojo seco y vigoroso.
Y despereza el músculo alevoso
de los ijares, lánguido y perverso
y se recuesta lento en el disperso
otoño de las hojas. El reposo…
El reposo en la selva silenciosa.
La testa chata entre las garras finas
y el ojo fijo, impávido custodio.
Espía mientras bate con nerviosa
cola el haz de las férulas vecinas,
en reprimido acecho…así es mi odio.
Alejandro Lamaisón