La crisis afecta psicológicamente

LAS CRISIS MODIFICAN AL SER HUMANO

Los períodos de crisis en la historia de la humanidad repercuten profundamente en el estado psicológico de las personas.

Durante la peste bubónica del año 1347 se quemaban judíos  en todos los pueblos porque se los acusaba de envenenar los pozos y miles de autoflagelantes recorrían aldeas y ciudades destrozándose ellos mismos la espada con un látigo de acero para que la peste se vaya.

Luego de la terrible depresión del 1930, una noche de Halloween, Orson Welles emitió por la emisora RKO de Nueva York una teatralización de una invasión extraterrestre y parte de la audiencia norteamericana entró en pánico, los servicios de emergencia colapsaron y se dispuso la evacuación de numerosas poblaciones. Algunos se suicidaron.

Al poco tiempo del más colosal genocidio humano perpetrado por los norteamericanos en Hiroshima y Nagasaki, como una especie de síndrome de Estocolmo, los japoneses festejaban el 4 de julio y la juventud imitaba a Elvis y se teñía el pelo de rubio.

El Covid 19 trajo también lo suyo.

En Alemania, alrededor de 15.000 manifestantes que se negaron a usar máscaras médicas y no cumplieron con las reglas de distanciamiento social, decretaron el fin de la pandemia.

Gurúes mediáticos diseminados en todo el mundo aseguran que el Covid 19 ha sido creado para probar la tecnología 5G en celulares, que es un experimento planeado por Bill Gates para beneficio de las farmacéuticas, que lo transmiten los homosexuales y que la lavandina lo cura.

En Argentina, un ex presidente que gobernó con métodos similares a los de la mafia calabresa, asoleándose en la Costa Azul, con sólo una llamada telefónica logra movilizar al 41 por ciento de los argentinos en contra de la dictadura médica de Alberto Fernández.

Personajes extraños que disfrutan de la muerte o la promueven comienzan a tener tanta fama que sus actos son imitados por la población, con consecuencias fatales.

Como en el cine de Hollywood, una horda de zombis comienza a invadir el planeta, cometiendo hechos aberrantes por donde quiera que vaya.

Es el fin de la historia, pero no cómo lo anticipó Fukuyama ensalzando al capitalismo como la síntesis dialéctica, sino todo lo contrario. La crisis del 2008 que salvaba a los bancos en lugar de las personas y la exaltación del capital financiero por sobre el de la producción puso en evidencia la insustentabilidad del sistema.

El Covid 19 sólo puso una lupa sobre las atrocidades de las políticas neoliberales que se venían aplicando en la mayoría de los países del mundo, pero el estado de alienación que produce la pandemia impide tomar la distancia crítica necesaria para comprenderlo.

Una vez que pase todo, vacuna de por medio, existe la posibilidad de que la experiencia vivida, la pérdida de seres queridos y la valentía de quienes estuvieron siempre en la primera fila nos traiga un mundo mejor.

Pero cuando nos enteramos que un niño de 5 años murió porque los padres le suministraron una bebida tóxica publicitada por una conductora de TV, el escepticismo y la rabia superan ampliamente la esperanza y la ilusión.

Alejandro Lamaisón

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