LA NECROPOLÍTICA Y SUS ALREDEDORES

EL DÍA EN QUE UN GOBIERNO SE ATRIBUYO EL DERECHO DE "EXPONER A OTROS" A LA MUERTE
En medio del caos planetario por el rebrote de Covid y el récord de muertes que se producen de manera disímil en los distintos países, los medios hegemónicos y la oposición han echado mano a la “necropolítica” como argumento de campaña política para desacreditar al gobierno de Alberto Fernández.
La «necropolítica» es un concepto que desarrolló el filósofo camerunés Achille Mbembe. Es la política basada en la idea de que para el poder unas vidas tienen valor y otras no. No es tanto matar a los que no sirven al poder sino dejarles morir, crear políticas en las que se van muriendo.
Los excluidos son los que no son rentables para el poder ni para implementar sus políticas. Son los que no producen ni consumen, los que de alguna manera, sin querer y sin saberlo en la mayoría de los casos, solo existiendo, ponen en evidencia la crueldad del neoliberalismo y sus desigualdades.
Ellos saben que según las previsiones de los científicos, las clases presenciales producirán un aumento exponencial de los contagios, pero siguen adelante ya que como elite dominante pueden atribuirse el derecho de “exponer a otros” a la muerte.
Cuando Rodríguez Larreta expresa que la educación “es cuestión de vida o muerte” y Leuco, Pirincho o Feinmann reafirman y reproducen estos dichos, no es que sean sádicos, sino que creen en la selección natural, entienden que esa clase “republicana” de camisas celestes y globos amarillos tienen el derecho de exponer a la clase trabajadora al contagio de Covid.
Desde los dueños de colegios privados hasta los empresarios del nivel de Cristiano Rattatzzi exigen que la educación sea presencial, ya que gracias a ello todos sus empleados podrán ir a trabajar sin la excusa del cuidado de sus hijos.
Según la periodista Sandra Russo, esto “añade al concepto de la muerte social o política de grandes grupos de la población o su esclavización. Ahí entran los regímenes que llevaron adelante todo tipo de apartheid, desde el sudafricano hasta el llevado adelante hoy mismo contra los palestinos”.
Pero esto no es todo.
El objetivo final de todos los poderes fácticos, entre los cuales están incluidos los multimedios, es demostrar el fracaso del Frente de Todos y al cuestionar las políticas sanitarias, buscan mostrarse como una alternativa posible para gobernar al final de la pandemia.
A tal extremo llega la necropolítica que tres horas antes del momento de anunciar que las clases en la capital federal serían presenciales, Larreta ya le había pedido al Ministerio de Salud de Nación 60 respiradores: el jefe de gobierno porteño sabía, entonces, no sólo la pertinencia del decreto presidencial sino que su propio sistema de salud estaba colapsando. Y aun así, siguió con su maquiavélico plan.
De la misma manera, hace apenas unos días, mientras los medios amigos denunciaban a viva voz el supuesto fracaso de la campaña sanitaria, Rodríguez Larreta retrasaba todo lo que podía el comienzo de las inscripciones para demostrar que no había vacunas. “Comenzaremos a inscribir cuando lleguen las vacunas” repitió una y otra vez, el ministro de Salud Fernán Quirós, sabiendo que las heladeras explotaban de dosis inyectables.
Completando este esquema de especulación por parte de la oposición, la tercera pata que aprovechó al máximo la necropolítica utilizada por el gobierno porteño fue el poder judicial.
Valiéndose de que el poder ejecutivo en estos momentos está entregado totalmente a evitar la mayor cantidad de muertes por Covid y que la opinión pública se encuentra en estado de shock por el desborde sanitario, el tribunal de Casación falló que la causa del Espionaje Ilegal investigada en Lomas de Zamora pase a Comodoro Py, territorio manejado a gusto y piacere por Mauricio Macri.
No hay duda que en la vorágine de la crisis mundial producida por el virus, temas estructurales como Río Paraná- fuga de divisas y aduana, puja distributiva de la riqueza, apropiación productiva del excedente de los biocombustibles o control marítimo del vaciamiento ictícola pasarán a segundo plano.
Lo que sí es seguro que si Rodríguez Larreta continúa con su desvergonzada campaña electoral terminaremos nombrando a los alrededores de Buenos Aires como “ANBA” (Área Necropolitana de Buenos Aires).
Alejandro Lamaisón
Muy bueno Alejandro, como siempre, abrazo.
Gracias, Víctor, y ¡a cuidarse!