Las ruinas de la civilización

Volver a construir un nuevo contrato social sobre las ruinas de la Ilustración

1976

Todo comenzó aquel nefasto marzo de 1976, en el que todos los valores morales, económicos y sociales de la Argentina se derrumbaron.

La abultada deuda externa habilitó nuevamente al F.M.I. a manejar, como en la década infame, el Banco Central y los socios igualitarios de la renta financiera internacional comenzaron nuevamente a giran alegremente al exterior el excedente sangriento extraído del pueblo que ya no podía luchar ni con las armas ni con la palabra.

La redistribución regresiva del ingreso transfirió la riqueza de las clases populares hacia las clases dominantes y se dio por terminada definitivamente la movilidad social ascendente.

La pobreza, si bien en ese momento era sólo del 12 por ciento, alcanzaría el 45 por ciento al entrar en la segunda década del nuevo siglo.

2020

Si bien la producción ha aumentado en la actualidad,  el excedente se sigue acumulando en las clases dominantes.

Todo se vuelve efímero y las teorías económicas y filosóficas envejecen de golpe.

La economía de tiempo de Marx es superada por el consumo desenfrenado y el cambio climático producto de casi trecientos años de industria amenaza con extinguir al mundo antes que cualquier pandemia planetaria.

Los mal llamados gobiernos populistas recomponen el saqueo neoliberal, luego éstos vuelven a saquear disfrazados de demócratas republicanos, pero el latrocinio ya no se podrá recomponer más, pues el daño ha sido fatal según anticipan los indicadores económicos negativos.

La crisis es cada vez más brutal, más inhumana, más terminal.

Europa se desacopla de Estados Unidos y China realiza acuerdos con Japón.

Los intelectuales se sientan a leer “El Contrato Social” de Rousseau sobre las ruinas de un mundo que ya no existe y entre los despojos de la cultura occidental sueñan con escribir un nuevo pacto social que se apoye en la voz de la conciencia humana.

Pero nada de eso es real. Todo es muy confuso.

Las tensiones entre los sectores del poder están al borde del colapso.

2021

El gobierno intenta un diálogo con sectores que siempre están en contra de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social como una repetición esquizofrénica en la que se hace siempre lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes.

¿Será este uno de los últimos intentos de disminuir las tensiones con un sector que sólo quiere desterrar al peronismo, evadir impuestos, esconder granos, inventar causas judiciales y noticias falsas?

Nadie lo sabe, pero lo único cierto es que negociar con el poder es imposible. “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo”.

Ya no gobierna Alberto Fernández con el mismo poder que tenían antes los presidentes electos.

Ahora co – gobierna con Clarín, que no respeta el congelamiento de tarifas, con el Poder Judicial, que sólo da curso a causas inventadas contra el peronismo y con los grandes empresarios del establishment, que no acudieron a la reunión convocada por el presidente.

202…

Argentina se encuentra atravesando un momento histórico en el que hay que de- construir la política como medio de transformación, para empezar a construir un Estado serio y eficiente que contemple las anomalías sociales  e individuales, al menos para no cometer siempre los mismos errores.

En este sentido, deberíamos pensar la política como un  sistema estructural en el que las partes deberían acomodarse de acuerdo a los tiempos que corren y re- inventar un nuevo contrato social que incluya a todos los sectores de la comunidad, fomentando la libre circulación del capital pero con la mirada reguladora del Estado.

Al neoliberalismo no se lo derrota ni electoralmente ni con capacidad discursiva, se lo derrota con políticas eficaces de acción inmediata, capaces de enfrentar la avaricia del capital, la mentira del periodismo y la degradación institucional del Poder Judicial.

El respaldo popular está. Sólo hace falta la acción.

Alejandro Lamaisón

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