NUEVOS VIENTOS DEL PARANÁ

POR LA HIDROVÍA SALE EL 80 POR CIENTO DE LAS EXPORTACIONES Y CASI EL 100 POR CIENTO DEL CONTRABANDO.
ÍNDICE DEL ARTÍCULO
PÚBLICO VS. PRIVADO
La publicación del decreto 427/2021 referido a la Hidrovía Paraguay- Paraná que lleva la firma del presidente Alberto Fernández representa un punto de inflexión importante en la defensa de nuestra soberanía hídrica y marítima.
En él se establece que por el plazo de 12 meses, la Administración General de Puertos mantendrá y administrará la operatividad de la Hidrovía para brindar mayor presencia y control estatal.
Es patético escuchar al establishment criollo, en su prepotencia irracional, poner el grito en el cielo ante esta medida que, a pesar de favorecerlos económicamente, prefieren ceder la explotación de los peajes a una empresa multinacional aunque los estafe en el cobro de los fletes.
En este sentido, la bolsa de Rosario afirmó (sin argumento alguno) que este decreto va en contra de los intereses del país, pese a que a los productores de commodities les conviene porque pueden colocar sus productos en el barco a un precio más barato, dado que el Estado no aplica el plus de ganancia que sí cobra Jan de Nul y Emepa.
La facturación que recauda la empresa belga y la del radical Romero desde 2014 hasta hoy es de U$S195.000.000 anuales por trabajos de dragado y balizamiento, de la cual le queda U$S 70.000.000 de ganancia neta.
LOS ARANCELES DEL PARANÁ
Los aranceles que se cobra en el Paraná difieren mucho de los precios internacionales, ya que existe un polinomio patrón que establece lo que se le va a cobrar a cada buque en base a un índice llamado tonelada de registro, de acuerdo a la cantidad de toneladas transportadas.
Este índice, a nivel global, da un resultado de U$S 2,80, pero arbitrariamente la empresa Hidrovía S.A. cobra 3,60 la tonelada.
Cabe aclarar que la empresa también se lleva la ganancia de la venta de la arena que remueve con el dragado (extrae aproximadamente 33.000.000 de metros cúbicos de limo al año), sedimento altamente cotizado por las empresas mineras dedicadas al fracking.
Este recurso excedente (U$S 3,6 en lugar de U$S 2,80), que ya se nota en las pingues ganancias de la empresa que explota el peaje, representa nada menos que U$S 195.000.000 de ganancia contra U$S 110.000.000 de gastos operativos.
Aun así, las grandes empresas agroexportadoras prefieren la explotación privada antes que la administración pase a manos del Estado, aunque el flete sea mayor.
LA CARA OCULTA DE LA HIDROVÍA
El motivo no es sólo cipayismo, sino que hay, cómo sabemos, intereses espurios y tan oscuros que, escamoteados por la hipocresía de los gobiernos cómplices del vaciamiento incesante de nuestro patrimonio nacional nunca se investigan: la subfacturación, el contrabando, la fuga de divisas, el narcotráfico y hasta la trata de personas.
Ante esta piratería de nuevo cuño, ¿Qué hace la aduana?
Una cosa en una aduana estatal en donde un funcionario público, una AFIP o una Prefectura Naval controla a través de muchos actores los muelles de los puertos y otra cosa es un funcionario en una aduana de puerto privado, en donde se está sólo con el dueño del puerto.
El 80 por ciento de todos los puertos privados de la Hidrovía Paraguay- Paraná y todo lo que por ella circula son controlados por ellos mismos, verbigracia: Así de absurdo es el saqueo y el latrocinio de nuestras riquezas.
En resumen, lo que se recaude de ahora en más de peaje deberá estar orientado a mejorar no sólo el control, sino también el balizamiento y la señalización, adaptando las boyas de circulación a la nueva tecnología 5G con sus sistemas inteligentes de control de corriente, velocidad, información meteorológica y lo más importante: la utilización de sensores de profundidad.
Estos sensores disparan una alarma cuando la profundidad de los buques, tomando en cuenta su línea de flotación, no coincide con la cantidad de toneladas declaradas en el puerto de carga. Por ende, o bien habría subfacturación o bien la carga no sería la mercadería que se declaró, sino otra.
También detectan la presencia de elementos contaminantes que los buques suelen diseminar por toda la vía fluvial, por lo que con la implementación de estas boyas inteligentes tanto el contrabando como el impacto ambiental estarían vigilados de manera remota.
UNA AÑEJA ESPERANZA
Nuevos vientos soplan por la cuenca Paraguay- Paraná- Río de la Plata.
Quizá con el tiempo, pequeños puertos como el de Barranqueras en Chaco, cuya draga para el ingreso implicaría una inversión de U$S2.000.000 y que la administración privada jamás estaría dispuesta a invertir, ahora, con la administración estatal, puedan reflotar su desarrollo productivo autóctono.
Todo dependerá de la actitud del pueblo argentino, que en el momento de emitir su voto en las próximas elecciones de medio término, diga nunca más a los gobiernos cuyas políticas comerciales sólo benefician a quienes siempre hicieron de la Argentina una apetecible colonia de los países centrales.
Alejandro Lamaisón