KIRCHNERISMO, ETAPA SUPERADORA DEL PERONISMO

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“Con tal de que no gane el kirchnerismo voto cualquier cosa” es una de las frases más esgrimidas por los ciudadanos que pertenecen al arco opositor y por aquellos que siempre se opondrán al peronismo a la manera de espejo invertido.

LA VERDADERA GRIETA QUE ABRIÓ EL KIRCHNERISMO NO FUE EN LA SOCIEDAD, SINO EN LA MISMA CABEZA DEL PUEBLO ARGENTINO

UN ESPEJO QUE DEFORMA

“Con tal de que no gane el kirchnerismo voto cualquier cosa” es una de las frases más esgrimidas por los ciudadanos que pertenecen al arco opositor y por aquellos que siempre se opondrán al peronismo a la manera de espejo invertido.

Tanto peronistas como antiperonistas tienden a ver al otro como un opuesto homogéneo y simplificado cuya categorización subjetiva impide el análisis objetivo de la heterogeneidad que contiene cada ideología, ya sea de derecha o izquierda.

Este empate hegemónico implica que ninguno de los dos proyectos logra perdurar a lo largo del tiempo, a pesar de que cíclicamente vuelven a repetirse cuando se agotan las expectativas de quienes los votaron.

Mientras se imponga el pensamiento binario en donde tenemos por un lado al oligarca, contrera, vendepatria, cipayo y gorila oponiéndose al fascista, negro choriplanero, populacho inculto o cabecita negra, el mismo favorecerá siempre la estrategia de la clase dominante para dividir al pueblo argentino e imponer su ideología.

Si existe una minoría que detesta al “Frente de Todos”, puede quedarse tranquila, ya que la derecha y el o los grupos concentrados algo van a hacer para que un gobierno popular no continúe.

En Argentina, el establishment siempre se las arregló a través de golpes duros, blandos, de mercado, falsas noticias o law fare para destituir a los gobiernos progresistas. La historia es testigo. El pueblo, su víctima.

Endeudar intencionalmente al país para evitar su independencia económica, destruir las fuentes de trabajo o considerar que las Malvinas son inglesas siempre fue y será el fin último de la oligarquía argentina.

Su moral, al ser la moral dominante, derrama sobre el pueblo el desprecio por uno mismo y la baja autoestima, aceptando de esta manera que el poder concentrado y el capitalismo transnacional nos arrebate periódicamente una parte de nuestro patrimonio personal y nacional.  

CUALQUIERA, MENOS EL KIRCHNERISMO

No en vano las mismas personas que hasta hace apenas un año y medio endeudaron al Estado nacional por más de 100 mil millones de dólares, de los cuales sólo 24 mil se usaron para pagar pasivos anteriores y el resto para la fuga, serán votadas “con tal de que no gane el kirchnerismo”.

Ese grupo minoritario aceptará alegremente que nuevamente los fondos de inversión vuelvan a hacerse la américa con nuestra propia estupidez y aplaudirá a los Magnetto (Clarín), los Arrieta Blaquier (Ledesma), los Bulgheroni (Pan American Energy), los Pagani (Arcor), los Rocca (Techint), los Elsztain (IRSA) y los Urquía (Aceitera General Deheza), por mencionar algunos de los casos emblemáticos.

Según el economista Horacio Rovelli “las dos principales empresas que compraron dólares para fugarlos durante el gobierno de Cambiemos fueron Telefónica Argentina y Pampa Energía. En ambas tiene participación BlackRock. La primera adquirió 1.248 millones. La segunda, casi 904 millones. Ninguna declaró ni pagó durante el período impuestos a las ganancias por esa magnitud”.

¿Cómo hacer entender al que odia al kirchnerismo que todos fuimos engañados y que sólo ellos se llevan la parte del león?

¿Cómo romper con el abismo que existe entre todos los sectores del país que no pertenecemos al núcleo duro de la oligarquía y aquellos que sin pertenecer confirman la frase de Evita: “triste el pobre que oliendo a bosta se creen los dueños de las vacas”?

Si desde el 2016 venimos retrocediendo rumbo al verdadero ideal oligárquico que representa el Fujimorismo de la alianza “Cambiemos” y un gobierno progresista logra detenerlo abruptamente a fuerza de votos, pues, hagamos desarrollar al máximo la oportunidad histórica de este proceso.

En primer lugar deberíamos aprovechar la tensión que existe entre China y Estados Unidos para crear proyectos autónomos y reflotar la nacionalización de varios objetivos que fueron postergados al inicio de la gestión del gobierno actual (Vicentin, Hidrovía).

CON EL KIRCHNERISMO SÓLO NO ALCANZA

Asimismo, queda perfectamente en claro que esta batalla no se ganará solamente con los votos del kirchnerismo, sino con un frente patriótico que incluya a quienes a pesar de creer que los planteos de la derecha son buenos, entiendan que hasta hoy sólo los partidos populares y progresistas:

a) Priorizan las fuerzas productivas en detrimento de la especulación financiera.

b) Fortalecen al Estado para una distribución más equitativa de la riqueza.

c) Promueven cada uno de los períodos en que son gobierno la movilidad social ascendente.

Si votamos a conciencia podremos hacer realidad una gesta iniciada hace más de dos siglos por hombres que hacían su propia historia en circunstancias que quizá no habían elegido, pero con la firme convicción de que sin soberanía ni independencia cualquier nación está destinada a extinguirse para siempre.

Aunque parezca mentira, dicha epopeya aún no ha llegado a su fin y en la desigual batalla, los grupos concentrados siempre han llevado la de ganar.

Alejandro Lamaisón

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